El sistema de
identificación y registro de taxis es un proyecto innovador propuesto por Luis
Suárez. La iniciativa está planteada sobre la necesidad de seguridad en las
ciudades. Los clientes del servicio de taxis se encuentran expuestos a asaltos,
secuestros y maltrato físico. Estos peligros pueden disminuirse si se posee un
registro de taxis. Los datos de los taxistas, como sus huellas digitales, fotos
y números telefónicos de contacto pueden registrarse en código QR. La
identificación puede realizarse en cada paradero a través de equipos móviles.
En Lima, se cuentan con 150 paraderos oficiales de taxis, lugar donde puede
empadronarse a los conductores.
Iniciativas anteriores
para identificar a los taxistas no han funcionado en Lima. Esta propuesta es
innovadora porque incluye en la fiscalización del transporte la tecnología de
registro. El obtener una base de datos es beneficioso para los ciudadanos, pero
también para los taxistas. Los taxistas
conforman una gran fuerza laboral, pero muchos de ellos no gozan ni de los
beneficios laborales mínimos. Una vez empadronados podrían gestionar acuerdos
de seguros de salud, créditos universitarios para sus hijos, descuentos para la
compra de autopartes y repuestos, entre otros.
El costo de pertenecer
a este grupo censado de taxistas involucra un gasto mensual de no más de 20
nuevos soles, para el mantenimiento del sistema. El beneficio individual y
social excede este costo. Actualmente los ingresos que reciben los taxistas son
muy bajos, asumir este costo podría incrementar sus tarifas. Los perjudicados
podrían ser aquellas personas que no están dispuestas a pagar un poco más por
este servicio, pero se asume que existe una mayor cantidad de personas que
podrían aceptar pagar más por más seguridad e incluso por más confort. Una red
on-line de percepciones entre los ciudadanos pondría a los taxistas más alertas
en la mejora del servicio que brindan.
El crecimiento
demográfico de Lima y la expansión del territorio urbano van a significar más
demanda por transporte y más esfuerzos para controlar los servicios que
involucran. La informalidad en el servicio de taxi es actualmente muy alta e
incrementaría mucho más en los siguientes años si no se ponen los incentivos
adecuados. El impacto negativo en la seguridad sería también escalado. Las
municipalidades tendrían que estar atentas en el uso de medios de control
innovadores y que sean aceptados por todos los actores.
Fuente: Entrevista a
Luis Suárez, creador del proyecto.
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