El gas de Cuyisea fue
un término acuñado por los ingenieros agrónomos y ex-docentes de la Universidad
Agraria, Ulises Moreno y Carmen Felipe-Morales. Los esposos poseen una parcela
en el distrito de Pachacamac en donde el guano de sus cuyes es utilizado para
la producción de biogás, biooil y biosol. La producción de gas metanol
procedente de las excretas de los animales no es una novedad, pero sí lo es la
utilización de la del cuy, actividad en la cual la pareja es pionera. Desde el
año 2006 vienen procesando el guano de cuy para la producción de gas para la
cocina e incluso han adecuado lámparas de petrogas para la iluminación de su
casa. El proceso productivo que han diseñado es enseñado a través de cursos de
capacitación a las personas y organizaciones interesadas, además de promover
los paseos guiados para estudiantes de colegio y universitarios. La generación
de energía a través del reciclaje es una solución factible para las zonas
periurbanas y rurales del país. Otras innovaciones y estudios científicos
también son promovidos por la pareja de ingenieros. En la actualidad tres tesis
han sido elaboradas por alumnos universitarios en sus instalaciones.
El guano de cuy produce
tres veces más energía que la del ganado vacuno según cálculos de la Ing.
Carmen Felipe-Morales. El guano es procesado en jun biodegestor de origen chino
que ha sido adaptado para mejores resultados. La innovación tecnológica añadida
consiste en un método de sedimentación para el retiro del sulfuro de hidrógeno,
que puede ser tóxico para la cocina, así como la construcción de una salida
posterior sellada para la salida del guano procesado y para la mejor limpieza.
El costo de este
biodigestor fue estimado en US$1,500 dólares en el año 2005. Actualmente lo más
probable es que su precio se haya duplicado por el cambio de la moneda. Pero,
aun así el ahorro en energía vale la inversión. Desde esa fecha los ingenieros
no realizan gasto en gas para cocina, y desde hace algunos años menos, ni en
electricidad. Además, el autosostenimiento es garantizado y se incentiva el
reciclaje, promoviéndose la educación ambiental.
Esta alternativa
ampliaría los beneficios de la crianza de cuyes. La actividad comercializadora
de este animal tiene pocos años y se realizan en las zonas periurbanas de Lima.
Este proceso pude ser muy adaptado para las zonas de la Parte Alta de la Cuenca
de Lurín, pero necesita apoyo político. Para las zonas rurales también sería
muy fácil de adaptar. Los agricultores aprovechan el bioabono y el gas animal
pero de manera poco eficiente y poco saludable. El proceso de transformación
del guano podría ampliar sus beneficios tanto como fuente de energía y como
abono. Con una cantidad de 300 cuyes se pueden llenar un biodigestor de 5m3
y se puede abastecer de energía a una familia. Aún más, la actividad en
conjunto, a través de la comercialización comunitaria, podría ampliar estos
beneficios.
Fuente: Entrevista a la Ing.
Carmen Felipe-Morales
0 Comentarios:
Publicar un comentario