jueves, 29 de enero de 2015

Del derecho a la propiedad al “derecho a la ciudad”


Del derecho a la propiedad al “derecho a la ciudad”: Una discusión sobre el bienestar

Por: Diego Sánchez

El “derecho a la ciudad”[1] ha recobrado relevancia a la luz de las recientes movilizaciones sociales gestadas en ciudades como Nueva York, Porto Alegre y Madrid. A continuación, propondremos una definición resumida y describiremos un ejemplo de cómo se puede poner en práctica este enfoque a través de políticas públicas. 

Imagen 1: Distrito El Agustino, Lima. Fuente: La Primera Palabra (2010).
¿Qué es el derecho a la ciudad?

La noción de este derecho parte de la idea que, de la mano con el acelerado proceso de urbanización que se ha generalizado a partir de la segunda mitad del siglo XX, se vienen desarrollando nuevas necesidades en torno a la forma en la que nos organizamos social y espacialmente. 

Entendiendo que el tipo de ciudad que deseamos tener no puede separarse del tipo de personas que aspiramos a ser, este concepto se enfoca en la creación de mecanismos y espacios que nos permitan expresar nuestras aspiraciones y adecuar la ciudad a las necesidades de la comunidad. Este concepto hace especial énfasis en apuntalar la voz de grupos vulnerables y excluidos de las dinámicas urbanas centrales. El derecho a la ciudad es un derecho colectivo más que individual, ya que la re-creación del espacio en el que vivimos depende del ejercicio de un poder colectivo sobre el proceso de urbanización[2]. 

Este derecho trasciende el acceso a bienes y servicios, y reconoce explícitamente una dimensión política en la elaboración de las políticas urbanas. Es decir, nos fuerza a identificar las diversas visiones de ciudad que existen detrás de las acciones gubernamentales y nos exige el deber de incidir activamente en estas. 

¿Qué experiencias de política pública existen bajo el enfoque de “derecho a la ciudad”?[3]

Uno de los intentos más importantes en la implementación de políticas de vivienda bajo este enfoque es la experiencia llevada a cabo por el Gobierno Municipal de São Paulo (Brasil) a partir del 2001 con la llegada del Partido de los Trabajadores (PT) al poder en ese municipio. En ese año, la gestión entrante recibió una ciudad en la cual un tercio de su población vivía bajo los estándares adecuados de vida[4]. Detrás de este diagnóstico se combinaban dos fenómenos complejos: i) escasez de infraestructura y espacio ocasionada por del acelerado crecimiento poblacional y por las migraciones internas iniciadas en 1950; y ii) el alza de los precios del terreno, que obligaba a muchos grupos de bajos ingresos a desplazarse hacia espacios periféricos y precarios. En pocas palabras, São Paulo mostraba una realidad cercana a la de Lima actualmente. 

La puesta en práctica de esta iniciativa conllevó un conjunto de reformas institucionales, legales y administrativas. A partir de esta experiencia se identificaron tres elementos clave que cambiaron la forma de concebir y abordar el problema de la vivienda en São Paulo: i) el énfasis en tomar acciones gubernamentales directas sobre las poblaciones más vulnerables; ii) la adopción de un concepto integral de desarrollo urbano; y iii) la mejora de la eficiencia administrativa a través del uso de nuevos mecanismos de financiamiento. 

El énfasis en las poblaciones más vulnerables partió del reconocimiento por parte de la administración pública de que no todos los actores urbanos tenían las mismas capacidades para satisfacer sus necesidades y para intervenir en los procesos de producción de la ciudad. Asimismo, se reconoció que la función gubernamental residía en poder reducir estas brechas para influir sobre los procesos de urbanización. 

La adopción de un concepto integral de desarrollo urbano permitió romper con prácticas anteriores que concebían que la mejora de la calidad de vida pasaba exclusivamente por aumentar el acceso a servicios públicos. Estos presupuestos sustentaban programas de construcción de viviendas para gente de bajos ingresos, los cuales fallaban en suplir todas las necesidades de los beneficiarios (espacios de esparcimiento, unidades comerciales y vías de comunicación que permitieran integrar la vida cotidiana a las dinámicas de la urbe en conjunto). 

Asimismo, se buscó integrar la participación y la consulta ciudadana en las diversas etapas de la política. Los procesos de participación y consulta incluyeron: una reforma institucional que incluyó la creación de 31 concejos distritales que tenían el objetivo de descentralizar la administración municipal; la implementación de presupuestos participativos a nivel local; así como la anexión de Unidades de Participación Pública (responsables de la promoción de la participación de la sociedad civil) a la Compañía Metropolitana de Vivienda y a la Secretaría de Vivienda y Desarrollo Urbano de la Municipalidad. 

Por último, los nuevos mecanismos de financiamiento[5] coordinaron el capital del sector público, el empresarial y el de los mismos usuarios, permitiendo articular a la sociedad civil y al Estado, generando sinergias hacia un objetivo común.

Reflexión final. ¿Por qué resulta importante incluir este enfoque en el desarrollo de políticas urbanas en Lima?

Como se muestra en el Gráfico 1, desde mediados de la década pasada, los dinámicas en torno al uso de recursos naturales y delimitaciones territoriales representan la mayor parte de los conflictos registrados a lo largo del territorio. Es probable que esta tendencia continúe y llegue a consolidar escenarios más inestables en el futuro considerando el estado de la distribución demográfica y de recursos naturales actuales (véase Infografías 1 y 2).

Gráfico 1: Distribución porcentual de conflcitos sociales registrados por categoría de Enero de 2006 a Setiembre de 2011. Fuente: Defensoría del Pueblo. Informe Defensorial n° 156. Violencia en los Conflictos Sociales. Lima: Defensoría del Pueblo, 2008.
Infografía 1: Distribución demográfica-territorial. Fuente: Sistema Nacional de Información Ambiental (SINIA). Cifras Ambientales 2014. Lima: MINAM, 2014.

Infografía 2: Distribución del recurso hídrico en Perú. Fuente: Sistema Nacional de Información Ambiental (SINIA). Cifras Ambientales 2014. Lima: MINAM, 2014.
Bajo el panorama presente y el eventual escenario futuro que aquí describimos, el enfoque del derecho a la ciudad en las políticas públicas puede ofrecer alternativas para facilitar procesos de planificación territorial y zonificación que colaboren a la canalización de los conflictos socioambientales (que no están desligados de las zonas urbanas), a la mejora de la eficiencia en el uso de los recursos y a un mayor consenso en torno a su utilización. 

Esta perspectiva podría complementar políticas con un enfoque en la visibilización de las diversas relaciones de poder que existen en los procesos de desarrollo urbano y la aspiración de generar espacios de negociación que permitan discutir abiertamente estas diferencias. Este enfoque podría permitir plasmar visiones consensuadas sobre nuestras las aspiraciones con respecto a nuestra ciudad y a establecer espacios de integración e implementación de estas visiones.

En el caso de Lima, el “Plan de Desarrollo Concertado de la Lima Metropolitana”[6] plantea dos escenarios problemáticos con respecto al manejo del suelo urbano y del agua. Por un lado, desde la década de 1990 se ha invertido radicalmente la proporción y la tasa de crecimiento de la población de los habitantes de Lima Centro[7] en desmedro de las zonas antes consideradas “periféricas” (Lima Norte, Sur y Este)[8]. Este proceso fue acompañado por la expansión de la ciudad hacia los valles de Lurín (Sur) y Chillón (Norte), usando las carreteras como los principales ejes. Todo este fenómeno, aún en desarrollo, ha motivado la pérdida de grandes áreas agrícolas en los valles, disputas en torno a los cambios de zonificación y el surgimiento de “ciudades dormitorio”[9] que dificultan la ruptura total de las relaciones de dependencia entre el área central de Lima y estas nuevas zonas residenciales. Según el estimado del Plan, esta situación se acentuará debido a que la ciudad requerirá de aproximadamente 23,300 hectáreas para la expansión urbana al 2021, a razón de 1,650 hectáreas por año localizadas en los valles principalmente[10]. 

Por otro lado, la expansión urbana hacia estos valles afectará definitivamente las cuencas del río Chillón, Rímac y Lurín que constituyen los principales afluentes que abastecen el sistema de agua potable a la capital. En primer lugar, estas estarán sometidas a más carga y sin tener mayor infraestructura de almacenamiento en las cuencas altas (que pertenecen parcialmente a la jurisdicción de Lima Metropolitana) y, en segundo lugar, muchas de estas cuencas, como la del Rímac se encuentran severamente amenazadas por la contaminación, por lo que disminuye su capacidad de abastecimiento hídrico. 

Estos escenarios y proyecciones continuarán siendo analizados de manera multidimensional a través de la duración del Proyecto Agenda Perú +20. Si bien se trata escenarios relacionados al manejo medioambiental, el desarrollo urbano y el ordenamiento territorial, otros aspectos como gobernabilidad, cultura y valores y reformas institucionales – todos los cuales son ejes temáticos del Proyecto – deben tenerse en consideración para lograr impulsar modelos y políticas de desarrollo sensibles a las potenciales necesidades y realidades de las comunidades peruanas a mediano y largo plazo.

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[1] Este término fue acuñado originalmente por el geógrafo Henri Lefebvre en la década de 1960.
[2] Harvey, David. Ciudades Rebeldes. Madrid: Akal, 2012. Págs. 5-19 
[3] Las ideas introducidas en esta sección se han extraído de: BUDDS, Jessica; TEXEIRA, Paulo & SEHAB. “Ensuring the right to the city: pro-poor housing, urban development and tenure legalization in Sao Paulo, Brazil”. En: Environment and Urbanization, 2005. Págs. 17-89. Disponible en: http://eau.sagepub.com/content/17/1/89
[4] Para más información al respecto: BUDDS, Jessica; TEXEIRA, Paulo & SEHAB. “Ensuring the right to the city: pro-poor housing, urban development and tenure legalization in Sao Paulo, Brazil”. En: Environment and Urbanization, 2005. Págs. 17-19. Disponible en: http://eau.sagepub.com/content/17/1/89 
[5] Entre los diversos esquemas de financiamiento se encuentran: incentivos a la producción de vivienda de interés social (sobre todo, a través de subsidios); las alianzas público-privadas para el mejoramiento de barrios; aprovechamiento y mejora de las inversiones que las diversas familias asentadas ya han realizado en sus hogares; el financiamiento a la población a través de la formalización de los predios; y la regeneración del centro urbano a través de un esquema de alquiler de viviendas de carácter social capaz de proveer casas de buena calidad, subsidiadas y dirigidas a los grupos más vulnerables del centro de la ciudad. 
[6] Véase: http://www.planlima.gob.pe/pdf/plan_completofin.pdf
[7] La zona Lima Centro está compuesta por los distritos de: Breña, Cercado, La Victoria, Rímac, San Luis, Lince, Magdalena, Pueblo Libre, San Miguel, Barranco, Miraflores, San Isidro, Surquillo, Jesús María, San Borja, Santiago de Surco y Chorrillos
[8] Plan de Desarrollo Concertado de Lima Metropolitana. Lima: IMP, 2012. Págs. 45-46
[9] Con este término nos referimos a espacios de vivienda que, por estar construidos aisladamente de la las dinámicas económicas de la ciudad y marginadas de los servicios básicos (colegios, universidades, juzgados, hospitales, etc.) sólo sirven de espacios de tránsito para las familias que realizan toda su vida en otras zonas de la ciudad llegando incluso a saturar eventualmente los servicios que estos espacios ofrecen.
[10] Plan de Desarrollo Concertado de Lima Metropolitana. Lima: IMP, 2012. Pág. 178

miércoles, 21 de enero de 2015

El presente y futuro de la CTI, parte III


El presente y futuro de la CTI, parte III: Acciones requeridas para abordar el contexto de ciencia, tecnología e innovación en los próximos 20 años

Por: Jorge Chávez y Pasko Kisic


En Septiembre del 2014, FORO Nacional Internacional logró integrar a un grupo de expertos peruanos en los campos de ciencia, tecnología e innovación (CTI) en un taller de discusión sobre desarrollo. El objetivo de este taller fue identificar y reflexionar sobre el futuro de la CTI en el Perú y el mundo, y la relación de estos temas con el desarrollo del país hacia el 2040. El proceso produjo discusiones, debates y conclusiones que pueden proveer puntos de orientación y reflexión para el diseño e implementación de políticas de CTI en el mediano y largo plazo, así como presentar los retos y oportunidades que el empresariado y la academia deberá enfrentar. 

A continuación expondremos los principales puntos de reflexión y conclusiones resultantes del taller. Este tema será partido en tres artículos (entradas de blog). En la primera entrada se presentaron las principales conclusiones sobre el contexto global. En la segunda entrada, se presentaron las conclusiones principales para el caso Peruano. En la tercera entrada y última se presentarán las principales medidas requeridas para enfrentar los retos en CTI a futuro. Estos puntos principales serán presentados en relación a los subtemas (o temas-problema) que surgieron durante la discusión. 


A continuación se plantean una serie recomendaciones para diseñar líneas de acción y bases estratégicas para abordar los retos y contextos en CTI abordados en la parte I y II de “El presente y futuro de la CTI”. Estas recomendaciones surgieron como a partir del debate entre los expertos y empresarios participantes del taller sobre el desarrollo de la CTI en el Perú y el mundo.


1.  Diversidad de emprendimientos

El primer desafío para los diseñadores y conductores de políticas es definir y contextualizar adecuadamente los diferentes tamaños, rubros, modelos de gestión, ofertas de servicios y demás criterios que permitan un acercamiento más eficiente para el soporte y la promoción de las iniciativas de innovación y emprendimientos.

Es necesaria una mayor interacción entre emprendedores y gestores de políticas con el fin de que los últimos puedan superar el desfase que tiene el sector público con respecto a cambios que se producen con mayor rapidez que los procesos de adaptación desde el Estado.

Imagen 1: Mayo 2014, PRODUCE y CAF firman acuerdo para desarrollar Política Nacional de Emprendimiento. En foto: Piero Ghezzi (Ministro de Producción) y Eleonora Silva (Directora Representante de la CAF en Perú). Fuente: Gestión (2014).
 También es de gran importancia promover una mejor comunicación e intercambio entre emprendedores, dado que ellos mismos no suelen dedicar tiempo y recursos a conocerse y reconocerse para retroalimentar sus procesos de innovación.


2.  RRHH y educación 

En muchas áreas clave de innovación es muy tarde para esperar desarrollar capacidades mediante mejoras al sistema educativo, y la opción a corto plazo es importar el conocimiento y habilidades que se requieren. No se necesita acudir únicamente a países más avanzados en CTI; varios países vecinos o socios comerciales de la región ya cuentan con experiencias y expertos capacitados a las cuales se puede acudir. 

A pesar de que esta es una estrategia indispensable en el corto plazo, es necesario desarrollar esfuerzos para transformar el sistema educativo en el país en todos sus niveles. Además de promover un sistema que en el mediano y largo plazo desarrolle en niños y jóvenes las capacidades de análisis y creación de conocimientos, es necesario evaluar medidas y áreas específicas en las cuales una reforma de la educación superior, técnica y universitaria, pueda empezar a generar eslabonamientos con iniciativas empresariales innovadoras. 




Desde el sector privado el principal desafío consistirá no sólo en atraer capacidades y conocimiento no existente en el país, sino también en lograr retener las habilidades generadas a partir de sus emprendimientos innovadores.


3.  Recursos financieros

El Estado debe sostener e incrementar la disponibilidad de recursos públicos para el diseño y conducción de políticas de innovación. Es posible incrementar esta disponibilidad de manera sostenible conformando cuentas cuyos intereses permitan mantener en el largo plazo fondos destinados a promover y complementar los esfuerzos innovadores en el sector privado. 

Por otro lado, las empresas deben asumir el desafío de destinar recursos propios para procesos de investigación o para el desarrollo de innovaciones. La banca comercial debe considerar el desarrollo de instrumentos y productos financieros que disminuyan o mitiguen los niveles de riesgo de las experiencias de innovación en emprendimientos de diversos tamaños y características.

Un factor que puede facilitar el acceso a financiamiento y el control del riesgo financiero se relaciona con las mejoras en la capacidad de formulación de proyectos. Muchos innovadores están muy conectados con el desarrollo técnico de sus emprendimientos, pero es necesario fortalecer la conceptualización de los factores comerciales y presupuestales dentro del proceso de diseño de la innovación. 


4.  Diseño e implementación de políticas públicas

Es necesario profundizar los procesos de innovación institucional en el sector público. Aún es necesario superar un desfase de más de 10-15 años entre los temas clave de innovación y competitividad y los niveles de articulación y desarrollo de los sistemas de gestión e innovación con los cuales se intenta gerenciar estos temas. 

Imagen 2: Programa "CienciActiva" del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONCYTEC). Este programa tiene como finalidad "...promover el crecimiento del Perú a través de la formación de capital humano e investigación científica y tecnológica." (Ver: ¿Qué es CienciActiva?) . Este tipo de iniciativa, así como "Innovate Perú" ofrecen vías para el desarrollo de CTI en el país desde el sector público. Fuente: CONCYTEC (2015)
Es indispensable mejorar la eficiencia en el uso de los recursos financieros, institucionales y humanos con los que ya se cuenta, y seguir incorporando nuevas capacidades. En particular se requiere articular mejor a las diversas organizaciones y programas actualmente en marcha, definiendo una política nacional y un liderazgo mucho más claros para generar alineamiento en el sector público, y más confianza y orientación en el sector privado.


5.  Valores

Las experiencias de innovación desde el sector público y privado demuestran que gran parte de las dificultades provienen de las actitudes y los valores de las personas y organizaciones se involucran en estos procesos. 

Valores como el trabajo conjunto y la confianza, y controlar las tendencias al individualismo, son fundamentales para - por ejemplo - facilitar el intercambio oportuno de información y conocimientos entre emprendedores de un mismo rubro o de rubros complementarios, que permita fortalecer sus iniciativas y superar las marcadas desventajas de las empresas peruanas en los entornos globales de innovación.


6.  Apropiación de CTI por parte de la ciudadanía

Finalmente, la magnitud y la urgencia de las transformaciones políticas, sociales, económicas y culturales necesarias para hacer al país más competitivo en un entorno global cada vez más basado en conocimientos, implican que no bastan los esfuerzos aislados de pocos empresarios o funcionarios con visión de futuro. 

Muchos de estos cambios dependen de profundas reformas en la gestión pública, en la cultura organizacional de las empresas, en las actitudes responsables de los consumidores o en las actitudes de los padres de familia de niños y jóvenes que deberán tener mejores estímulos y soporte para superar la brecha educacional en el país. 

La inercia en estos temas va a requerir de una marcada voluntad política y presión social con el fin de mantener la continuidad y orientación de políticas e inversiones públicas y privadas. Esto no será posible si la sociedad no internaliza el hecho de que sin estos cambios y reformas, la viabilidad de los proyectos personales, empresariales y nacionales se verá seriamente comprometida en el futuro.


Participantes invitados
  • Francisco Sagasti (FNI) 
  • Paul Soplin (ITP) 
  • María Paz Olivera (MIDIS) 
  • Juana Kuramoto (CONCYTEC) 
  • Roberto Vargas (SISEPUEDE.COM) 
  • Ángel Hurtado (PRODUCE) 
  • Roxana Bravo (CONCYTEC) 
  • Fredy Vargas (CEPLAN) 
  • Fernando Prada (FNI)

miércoles, 14 de enero de 2015

El presente y futuro de la CTI, parte II

El presente y futuro de la CTI, parte II: Principales dificultades y desafíos para el diseño y gestión de políticas de CTI en el Perú en los próximos 20 años

Por: Jorge Chávez y Pasko Kisic

En Septiembre del 2014, FORO Nacional Internacional logró integrar a un grupo de expertos peruanos en los campos de ciencia, tecnología e innovación (CTI) en un taller de discusión sobre desarrollo. El objetivo de este taller fue identificar y reflexionar sobre el futuro de la CTI en el Perú y el mundo, y la relación de estos temas con el desarrollo del país hacia el 2040. El proceso produjo discusiones, debates y conclusiones que pueden proveer puntos de orientación y reflexión para el diseño e implementación de políticas de CTI en el mediano y largo plazo, así como presentar los retos y oportunidades que el empresariado y la academia deberá enfrentar.

A continuación expondremos los principales puntos de reflexión y conclusiones resultantes del taller. Este tema será partido en tres artículos (entradas de blog). En la primera entrada se presentarán las principales conclusiones sobre el contexto global. En la segunda entrada, se presentarán las conclusiones principales sobre los retos para el desarrollo del CTI para el caso Peruano. En la tercera entrada se presentarán las principales medidas requeridas para enfrentar los retos en CTI a futuro. Estos puntos principales serán presentados en relación a los subtemas (o temas-problema) que surgieron durante la discusión.

En la entrada anterior, propusimos una lista de temas, visiones y preocupaciones en el presente y hacia el futuro sobre Ciencia, Tecnología e Innovación a escala global. Tras haber planteado este contexto inicial, los expertos invitados fueron invitados a abordar el caso del Perú y su potencial evolución en CTI. Para estos expertos, en el contexto de la evolución previsible de la CTI en los próximos 20 años, el Perú confronta una serie de dificultades y desafíos para poder recuperar el tiempo perdido en años pasados, minimizar los potenciales riesgos y aprovechar algunas oportunidades clave.

1.     Los procesos de cambio local y global son más rápidos que la capacidad de respuesta pública nacional


En materia de CTI, solamente durante los últimos años se han empezado a pensar y poner al día decisiones y procesos que debieron implementarse hace muchos años. Es probable que el propio sector privado y la sociedad también estén asimilando con lentitud la necesidad de implementar procesos más efectivos de innovación.

2.     La brecha institucional en el sector público

Actualmente existen más recursos e institucionalidad pública en materia de CTI, y se están implementando diversas acciones de promoción y planeamiento. Sin embargo, se percibe una acción descoordinada en materia de CTI, sin un liderazgo ni un enfoque claro, lo cual ha conducido a conflictos entre las diferentes instituciones responsables por la intervención pública.

La falta de claridad en la definición de objetivos y roles favorece un enfoque excesivamente administrativo de las políticas públicas, enfatizando roles de control sobre el desarrollo de procesos más que una regulación y promoción de la eficiencia, la participación y la complementariedad de los roles de todos los actores involucrados. 

Adicionalmente, si bien cada vez más se cuenta con funcionarios con capacidades en CTI, estos se enfrentan con un sistema de administración y control que dificulta y desincentiva la innovación y la toma de decisiones.

3.     La disponibilidad de sistemas de información

Otro problema institucional clave es la carencia de información sistematizada para el diseño y gestión de políticas públicas o emprendimientos privados. Cuando en el mundo se aplican procesos de “data mining”, Perú no cuenta con bases integradas de datos.  Incluso cuando existe información, se trata principalmente de datos a nivel estadístico, con pocas posibilidades de acceso y articulación con otras fuentes.

4.     El sector privado y sus capacidades para CTI

Existen brechas institucionales en los actores privados y su competitividad en materia de CTI. Pese al discurso y la práctica global predominante, el sector privado peruano como conjunto no comprende la prioridad del desarrollo en materia de CTI.

Persiste una visión de rentabilidad en el corto plazo que no prioriza la inversión de recursos actuales para la generación de valor futuro.  Desde el nivel de las grandes compañías, se suele invertir en investigación y desarrollo sólo si hay alguna inyección adicional de recursos, e incluso en esos casos se tiende a innovar de manera marginal en servicios o productos existentes en el mercado.

La situación de las MyPEs es más complicada, ya que en ausencia de un sistema educativo que mejore sus precarios recursos humanos, corren mayores riesgos de quedar rezagadas y sin capacidades de innovar.


Foto 1: El caso de INGENIMED. Esta pequeña empresa de innovación e ingeniería médica tuvo muchos desafíos para lograr insertar su innovación y recibir apoyo de parte del sector público. Gracias al apoyo de NESsT, este grupo de jóvenes ingenieros de la Universidad San Antonio Abad en Cusco lograron desarrollar exitosamente su máquina NEOLED de fototerapia. Fuente: NESsT (2013).

5.     Start-Ups

Incluso en el subsector de los emprendimientos del tipo Start-Up, orientado por definición a la incorporación de CTI, se presentan dificultades institucionales. Pese a su concepción global, en el Perú se tiende a pensar en los Start-Ups como MyPEs. Esto condiciona una baja inversión en diversos rubros de Start-Ups.

El propio sector de las Start-Ups percibe que en su rubro faltan mayores espacios de intercambio de información, experiencias y cooperación. Se generan muchos nuevos líderes, pero existe poca capacidad de organización, y persiste desconfianza por compartir conocimientos e ideas. A pesar de esta desconexión, se aprecia la aparición de una nueva generación de empresarios y una mayor diversidad de emprendimientos.


Foto 2: Start-Up Perú. Iniciativa Pública (PRODUCE) iniciada en el 2012 para el desarrollo y capacitación de iniciativas tipo Start-up. Fuente: Start-Up Perú (2013)


6.     El financiamiento de CTI

Los recursos existentes son insuficientes para financiar intervenciones en las líneas de estrategia necesarias para articular los sistemas de innovación en el país. 


Gráfico 1: Inversión en Investigación y Desarrollo (como porcentaje del PBI) 2010-2013. Fuente: ProExpansión (2014)


Las empresas privadas aún tienden a no invertir si no es con fuentes externas adicionales (subsidios, capitales de riesgo, etc), y no movilizan todos sus recursos pues no siempre entienden su relación con procesos de innovación endógena.

Desde el lado del sector de la banca privada, se han desarrollado aún menos productos y servicios dirigidos a facilitar la innovación en empresas privadas. Asimismo, aún es difícil caracterizar y diseñar estrategias que puedan financiar a toda la diversidad de emprendimientos que pueden requerir de su apoyo.

Existen también fuentes de financiamiento externas, ya sean vinculadas expresamente con objetivos de innovación o de manera menos articulada a través de, por ejemplo, procesos de integración de bolsas de valores. Sin embargo, acceder a ellas puede implicar la importación de políticas implícitas y agendas cuyas prioridades pueden ser inconsistentes o incluso antagónicas con intereses y objetivos de política nacional de CTI.

7.     Recursos humanos (rol de la educación)

Existe un amplio consenso entre los funcionarios públicos y líderes empresariales acerca de la carencia de recursos humanos calificados como el principal factor que afecta negativamente los procesos de innovación en políticas y emprendimientos.

Las deficiencias educativas en el país hacen muy difícil competir en un contexto global que exige conocimientos y capacidades de análisis, creatividad e innovación, antes que de ejecución de operaciones mecánicas.

Participantes invitados
  •  Francisco Sagasti (FNI)
  • Paul Soplin (ITP)
  • María Paz Olivera (MIDIS)
  • Juana Kuramoto (CONCYTEC)
  • Roberto Vargas (SISEPUEDE.COM)
  • Ángel Hurtado (PRODUCE)
  • Roxana Bravo  (CONCYTEC)
  • Fredy Vargas (CEPLAN)
  • Fernando Prada (FNI)