lunes, 1 de agosto de 2011

Asentando el Equipo de Gobierno

El discurso inaugural del Presidente Ollanta Humala permite anticipar lo que serán algunas líneas maestras de su gobierno. Expresó un claro deseo de cambio, con mucho mayor énfasis en inclusión social que los gobiernos que lo precedieron, pero respetando la estabilidad macroeconómica. No es fácil lograr un equilibrio que satisfaga ambos objetivos, pero tampoco es tan difícil como lo quieren hacer ver algunos partidarios del fundamentalismo de mercado, quienes se horrorizan ante la perspectiva de un Estado más activo y con mayor presencia en todo el territorio nacional.

Como toda iniciativa política, la cuestión está en los detalles. El problema central es el carácter inoperante del aparato estatal en todos sus niveles. Seguimos atados a una concepción restrictiva del gasto público, heredada de períodos de suma estrechez fiscal ya superados, que pone trabas de todo tipo al uso de los recursos estatales: prohibiciones para contratar personal, procedimientos complicados para modificar presupuestos, obstáculos para compras estatales, limitaciones para realizar estudios de factibilidad para inversiones, y controles para evitar la corrupción que son tan engorrosos como ineficientes.

Más que cambiar cuadros en el organigrama del Poder Ejecutivo, el nuevo gobierno deberá agilizar el funcionamiento del aparato estatal, estableciendo nuevos procedimientos, sistemas de seguimiento, evaluaciones continuas y gestión por resultados. Como esto no es posible hacerlo en todo el aparato público de un golpe, será necesario elegir algunos programas piloto a la brevedad posible, instaurando una cultura de aprendizaje que permita diseminar las buenas prácticas sin demora.

El discurso presidencial combinó planteamientos generales con propuestas en detalle, pero tuvo algunos vacíos. El más notable fue la ausencia de planteamientos sobre ciencia, tecnología e innovación. Más importante que la creación de un ministerio, que fragmentaría aun más el Poder Ejecutivo y aislaría a la investigación científica y tecnológica en un gueto burocrático, hubiera sido conveniente reiterar su propuesta de aumentar la inversión en este campo de 0.12% a 0.7% del PBI, además de proponer medidas sobre la formación de recursos humanos altamente calificados.

Otro aspecto que hubiera requerido mayor elaboración es la creación del Consejo Económico y Social, que como mencionó el Presidente Humala tomará como base las Políticas de Estado del Acuerdo Nacional. Este nuevo Consejo debería estar vinculado directamente al Centro de Planeamiento Estratégico, con el fin de darle contenido técnico y analítico a las propuestas de política que se discutirán en él. Por otra parte, es necesario mantener el carácter independiente del Acuerdo Nacional, a fin de preservar su capacidad de concertar, de mostrar que es posible hacer política sin confrontación, y de proporcionar un espacio de encuentro para una amplia gama de instituciones, entidades y fuerzas políticas que no están necesariamente representadas en el Congreso, el Poder Ejecutivo o en otras instancias de gobierno.

Por último, el nuevo gabinete combina personalidades muy diversas, algunos con amplia experiencia en política y gestión pública, y otros con extensa trayectoria en otros ámbitos de la vida nacional. Esto indica que los primeros seis meses del nuevo gobierno serán un período de ajustes para asentar el equipo de gestión, de limar asperezas y conciliar estilos de trabajo, y también de exploración, prueba y aprendizaje para los ministros y el Presidente. Tengo confianza en que todos ellos estarán a la altura de las circunstancias.

* Elaborado por Francisco Sagasti, Investigador Primario de FORO Nacional Internacional

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