lunes, 8 de agosto de 2011

La innovación en el Perú: desafíos y propuestas del nuevo gobierno

La capacidad de innovación del Perú está rezagada con respecto a la región y el resto mundo. El índice global de la innovación ubica al Perú en el puesto 83 de 125 países considerados, y octavo de los once países considerados en Suramérica. Sin embargo, en los aspectos específicos de capital humano e investigación y productos científicos el país retrocede a los puestos 108 y 110, respectivamente. Dentro de capital humano e investigación, en los sub-factores de educación y de investigación y desarrollo, el Perú se encuentra en los puestos 106 y 112, mientras que dentro de la categoría productos científicos, en creación de conocimiento, en el puesto 115 y en difusión de conocimiento en el 117.1

Uno de los canales para crear capacidades en innovación es la inversión pública en investigación y desarrollo, la cual se realiza a través de institutos públicos de investigación, universidades públicas y fondos concursables para organizaciones públicas y privadas. Durante el año 2010, el presupuesto público para este campo alcanzó alrededor de los US$252 millones (o S/. 705.6 millones), de los cuales sólo se ejecutó 50.4 por ciento (S/. 357.9 millones, que equivalen aproximadamente a US$128 millones).2 Estos resultados muestran que la capacidad de gestión y las restricciones administrativas para la ejecución de inversiones son algunos de los principales impedimentos para el uso efectivo de los recursos disponibles. Los fondos concursables son los que mejor desempeño mostraron durante este año con 84.2 por ciento de ejecución de su presupuesto, seguidos por los institutos públicos de investigación (con 82.6 por ciento de ejecución). En contraste, las universidades que cuentan con recursos del canon son las que mayor dificultad tuvieron para ejecutar sus presupuestos —sólo gastaron 26 por ciento de su presupuesto de investigación.

El gobierno entrante ha reiterado su compromiso con la ciencia, tecnología e innovación. Primero a través de su plan de gobierno en la campaña electoral, y últimamente en la presentación realizada por el Primer Ministro, Salomón Lerner, el 5 de agosto del 2011 en la Universidad de Ingeniería en el marco del Encuentro Científico de Invierno. En su discurso propuso aumentar la inversión en ciencia, tecnología e innovación al 1 por ciento del PBI y mencionó cuatro tipo de acciones: (i) formación de recursos humanos, atracción de científicos peruanos en el extranjero, para que retornen al país y becas de estudios; (ii) mejoras en la transferencia de tecnología para adoptar y adaptar nuevas tecnologías; (iii) generación de mecanismos de financiamiento tales como recursos-semilla y capitales de riesgo; y (iv) fortalecimiento del marco institucional que vincule los esfuerzos en ciencia y tecnología con los de mejora de la competitividad y productividad. En este último grupo de acciones mencionó que se están realizando los estudios para proponer la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Si bien la creación de un ministerio puede parecer la solución para acoger a los científicos y darle mayor atención a este campo, debe considerarse el riesgo de aislar la capacidad de investigación que actualmente tienen otras entidades públicas y se incremente la burocracia sin generar mayor impacto. Es posible avanzar mientras esta nueva institución se diseña, aumentando las inversiones públicas en ciencia, tecnología e innovación, y mejorando la capacidad de ejecución de las entidades que tienen a su cargo estas funciones pero sobre todo reasignando los recursos disponibles (y escasos) utilizando los mecanismos que han dado mejor resultado: los fondos concursables.

A través de este mecanismo es posible, además, fortalecer las capacidades de institutos y universidades públicas, porque tendrían que mejorar sus capacidades en orden de competir con otras instituciones públicas y privadas. Es también necesario introducir incentivos que motiven a los investigadores a realizar esfuerzos, premiando a aquellos que vinculen la generación de conocimientos y la adaptación de tecnologías con la producción de bienes y servicios. Paralelamente, deberíamos avanzar en ampliar los beneficiarios de los recursos recaudados por el Canon a universidades y centros de investigación privados, por ejemplo.

Estas acciones deben complementarse con medidas que permitan mejorar la capacidad de poner en valor el conocimiento, reemplazar la estructura productiva, basada en materias primas, por una de mayor valor agregado, generar mejores condiciones para contar con recursos humanos adecuadamente preparados, y fortalecer a las entidades que integran el sistema nacional de innovación. Los desafíos son muchos y requieren de tiempo para dar resultados. El contexto económico ha sido favorable en los últimos años, y se han acumulado experiencias valiosas en el manejo de recursos para innovación, ciencia y tecnología. Es posible que el contexto siga siendo favorable por algunos años más, pero luego se tornará adverso. Se requieren medidas urgentes para aprovechar esta ventana de oportunidad, consolidar logros y abrir nuevos espacios de desarrollo.

* Escrito por Mario Bazán, Director Ejecutivo de FORO Nacional Internacional
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1 Dutta, Soumitra (ed.) (2011), The Global Innovation Index 2011: Accelerating Growth and Development, Fountainebleau: INSEAD.
2 Basado en Bazán, M. y F. Romero (2011), “Inversión pública en investigación y desarrollo en el Perú 2010”. Estudio realizado por encargo del BID. Lima: FORO Nacional Internacional.

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