martes, 20 de septiembre de 2011

Humala: La democracia como medio para la inclusión social

El pasado lunes 12 se llevó a cabo en Lima la conferencia "La Preservación y Promoción de la Democracia en las Américas", con motivo del décimo aniversario de la Carta Democrática Interamericana. Un día antes, se reunieron también en Lima trece ex presidentes iberoamericanos para conmemorar dicha ocasión y reiteraron su apoyo a la democracia y al desarrollo. Cabe recordar que la CDI nació principalmente de una iniciativa peruana en la III Cumbre de las Américas de Québec (Canadá) en 2001, y que buscaba evitar que se repita una experiencia como la del autogolpe de Fujimori en 1992.

Más allá de los comentarios críticos sobre las limitaciones que ha tenido el uso de esta carta (a veces llamada "Constitución interamericana") en situaciones como la de Honduras en 2009, llamó la atención el énfasis que el Presidente Humala volvió a dar a la Inclusión Social en la conferencia, esta vez en el marco de un foro internacional.

El presidente resaltó que la Carta Democrática Interamericana (CDI) debe convertirse en un espacio de diálogo para compartir experiencias con el fin de fortalecer la democracia en América. En efecto, es necesario abordar y resolver los conflictos sociales y la desigualdad por medios democráticos. Sin embargo, también dijo que la democracia es el camino al desarrollo y el bienestar, no el fin. El fin, más bien, es buscar el bienestar de la población. En este sentido, hizo un llamado a buscar una CDI de segunda generación que se enfoque de esta manera en desarrollar y fortalecer políticas de inclusión social.

Humala habló de "democratizar la democracia", donde la paz y el crecimiento económico solo pueden consolidarse si hay mayor inclusión social, política y económica. Solo así la población podrá, según anotó, finalmente confiar en sus líderes.

Si tomamos al presidente al pie de la letra, al igual que a los líderes de Unasur que se reunieron en Lima el 28 de julio último, en los próximos años deberíamos esperar en toda Sudamérica la puesta en marcha de un nuevo enfoque de las políticas públicas que nunca más pierdan de vista la inclusión y bienestar, así como un nuevo período de acciones concertadas e integradas a nivel interamericano.

Ante tantos discursos de renovada sensibilidad social, una de las preguntas que surge desde la ciudadanía atenta es, ¿existe una institucionalidad de la sociedad civil (y del Estado) a nivel internacional que permita exigir el cumplimiento de estos nuevos compromisos nacionales y supranacionales? ¿Debemos solo esperar con los brazos cruzados, o mejor aprovechar el momento de aparente cambio para ejercer presión que permita un cambio real y no sólo retórico?

Definitivamente, una prueba clave del compromiso de los demócratas prominentes de la región es que vuelquen ahora sus esfuerzos para que los ofrecimientos nacionales e internacionales se traduzcan en nuevas políticas sociales, y que estas tengan resultados reales para los casi 180 millones de pobres de América Latina.

* Elaborado por Pasko Kisic, consultor, y Gonzalo Alcalde, coordinador del programa Agenda: PERÚ.

0 Comentarios:

Publicar un comentario